Para comentar a lo dicho al final del texto, en el primer peronismo, Perón es además el marido de Evita, impulsora de escuelas de enfermería, madrina de todos los niños pobres, gran crítica de los explotadores, la que el movimiento obrero quería como candidata a vicepresidenta, el Perón que va a elegir a John William Cooke como delegado tras su derrocamiento. El último Perón, el reivindicado por la manósfera twittera, es el presidente del ministro López Rega, el que volvió de estar años en la España de Franco y el marido de María Estela Martínez.
Ahora claramente esto del primer Perón y el último Perón son construcciones, pero como tales no estan escindidas de hechos concretos que las sustentan. Como la primer Daenerys Madre de Dragones y la última Daenerys Madre de Dragones (?)
Increíble, Inca. Ayer vi “Manuelita”, una obra, que habla bastante de la dinámica “cogidos y culeantes” pero en el ámbito futbolístico. El que la mete es campeón, si te la meten es vergonzoso. Me hizo acordar simplemente.
¡Me encantó el texto! Muy completo y abre preguntas a muchos lados.
Se me hace que la necesidad constante de generar signos de Milei viene del hecho de que el único espacio de enunciación que construye su narrativa es el mismo Gobierno. Incluso sus afines deben oscilar para adecuarse a sus discursos.
En contraste, Cristina hace tiempo que es "narrada" por distintos sectores y de manera heterogénea. Por eso quizás sea tan difícil "componer nuevas melodías" y el desafío del peronismo tenga que ver más con encauzar ese "rizoma" enmarañado.
Algo así creo que tuvo Milei-candidato: sus votantes construían una versión personalizada y el cauce común era la casta. Ya Milei-presidente y sus medidas dieron fin a esos relatos, por lo que necesita reinventarse constantemente (Ucrania, las novias, el uso de próceres). El objetivo es no ser narrado por otros.
La híperbole quizás sea su recurso más sencillo ("el más/peor de la historia") y explica un poco la saña contra los discursos de minorías, ya que estos desarman el artificio de esas retóricas de la extrema derecha.
No sé lo que el presidente quiere hacer, pero se me hace que el dispositivo narrativo LLA (sea que esté encargando en alguien o no) *no quiere* evitar su dimensión circense (aún si pudiese) porque ahí opera lo carnavalesco. En esa inversión bakhtiniana está la fuerza de Milei (es el violador violado, el rey payaso coronado por burlar y ser burla) y también su fragilidad. El tema es, como siempre, cuanto dura el aura de suspensión, el trastrocamiento del orden, porque el tiempo es una medida extraña para los mortales: ¿cuánto tiempo puede llevar el bufón la corona? Y también, ¿cuánto tiempo pasa para que, como en Cambalache o en el País de Jauja, el bufón sea ya rey?
Para comentar a lo dicho al final del texto, en el primer peronismo, Perón es además el marido de Evita, impulsora de escuelas de enfermería, madrina de todos los niños pobres, gran crítica de los explotadores, la que el movimiento obrero quería como candidata a vicepresidenta, el Perón que va a elegir a John William Cooke como delegado tras su derrocamiento. El último Perón, el reivindicado por la manósfera twittera, es el presidente del ministro López Rega, el que volvió de estar años en la España de Franco y el marido de María Estela Martínez.
Ahora claramente esto del primer Perón y el último Perón son construcciones, pero como tales no estan escindidas de hechos concretos que las sustentan. Como la primer Daenerys Madre de Dragones y la última Daenerys Madre de Dragones (?)
Excelente inca
Increíble, Inca. Ayer vi “Manuelita”, una obra, que habla bastante de la dinámica “cogidos y culeantes” pero en el ámbito futbolístico. El que la mete es campeón, si te la meten es vergonzoso. Me hizo acordar simplemente.
¡Me encantó el texto! Muy completo y abre preguntas a muchos lados.
Se me hace que la necesidad constante de generar signos de Milei viene del hecho de que el único espacio de enunciación que construye su narrativa es el mismo Gobierno. Incluso sus afines deben oscilar para adecuarse a sus discursos.
En contraste, Cristina hace tiempo que es "narrada" por distintos sectores y de manera heterogénea. Por eso quizás sea tan difícil "componer nuevas melodías" y el desafío del peronismo tenga que ver más con encauzar ese "rizoma" enmarañado.
Algo así creo que tuvo Milei-candidato: sus votantes construían una versión personalizada y el cauce común era la casta. Ya Milei-presidente y sus medidas dieron fin a esos relatos, por lo que necesita reinventarse constantemente (Ucrania, las novias, el uso de próceres). El objetivo es no ser narrado por otros.
La híperbole quizás sea su recurso más sencillo ("el más/peor de la historia") y explica un poco la saña contra los discursos de minorías, ya que estos desarman el artificio de esas retóricas de la extrema derecha.
Que maravilla tenerte por acá Inca!
Me disparó varias lecturas, tremendo!
No sé lo que el presidente quiere hacer, pero se me hace que el dispositivo narrativo LLA (sea que esté encargando en alguien o no) *no quiere* evitar su dimensión circense (aún si pudiese) porque ahí opera lo carnavalesco. En esa inversión bakhtiniana está la fuerza de Milei (es el violador violado, el rey payaso coronado por burlar y ser burla) y también su fragilidad. El tema es, como siempre, cuanto dura el aura de suspensión, el trastrocamiento del orden, porque el tiempo es una medida extraña para los mortales: ¿cuánto tiempo puede llevar el bufón la corona? Y también, ¿cuánto tiempo pasa para que, como en Cambalache o en el País de Jauja, el bufón sea ya rey?